El pasado 3 de noviembre del 2011, mediante el oficio SCM 11-79-2011, la Municipalidad de Nandayure negó oficialmente los permisos de construcción de viveros para tortugas marinas en las playas de las comunidades costeras del distrito de Bejuco.  El oficio refleja que de forma unánime el Consejo Municipal acordó no dar autorización para construcción de viveros justificándose en que; “ya existen algunos Refugios en los cuales se puede practicar este tipo de proyectos”.

Dado el alto índice de saqueo ilegal en estas playas donde todavía no existe protección para las tortugas marinas, los propios vecinos de las comunidades de Corozalito, Bejuco y Costa de Oro habían solicitado a Pretoma ayuda para el monitoreo y protección de las tortugas que llegan a anidar a estas playas. Inclusive, en Playa Corozalito, el 23 y 24 de setiembre pasado se observó una “arribada” de aproximadamente 5000 tortugas. Con anterioridad se solicitaron  los respectivos permisos de investigación y conservación al Área de Conservación Tempisque del Minea, que ya fueron otorgados respectivamente. Sin embargo, un nuevo requisito requiere obtener los permisos de las Municipalidad, por tratarse de áreas ubicadas dentro de la Zona Marítimo Terrestre.

“Está negativa por parte de la Municipalidad de Nandayure funciona en detrimento de la conservación de las tortugas marinas, un deber que como funcionarios públicos deben cumplir,” denunció Randall Arauz, de Pretoma.  Además del artículo 50 de la Constitución de la República, están violentando la Ley de Protección, Conservación y Manejo de tortugas marinas Nº 8325, La Ley de Vida Silvestre, y compromisos adquiridos en la Convención Interamericana para la Protección, Manejo y Conservación de Tortugas Marinas Ley Nº 7906,” añadió Arauz.

 

Pretoma recurrirá ahora a la Sala Constitucional para garantizar la protección de las tortugas marinas, acompañados por los vecinos de las comunidades afectadas, que desean proteger estas magníficas criaturas de los saqueadores, quienes comercializan ilegalmente los huevos de tortuga y que ponen en mayor riesgo de extinción a estas especies.

“En una reunión con la Junta Municipal antes de brindar oficialmente su negativa para la instalación de los viveros, se nos informó verbalmente que la protección de las tortugas marinas no era congruente con sus planes de desarrollo para la zona, y que debíamos respetar la idiosincrasia de los pueblos Guanacastecos que comen huevos de tortuga” denunció Erick López, vecino de Coyote.  “Para la Municipalidad, la protección de las tortugas marinas es un deber, no una opción,” acotó López.

Las playas de Corozalito, Bejuco y Coyote pueden ser visitadas por hasta 4 especies de tortugas; la  tortuga lora (Lepidochelys olivacea), en mayor número, la tortuga verde del Pacífico (Chelonia mydas), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y en menor número la tortuga baula (Dermochelys coriacea), todas ellas en peligro o vulnerables a la extinción.