Pescadores y biólogos denuncian daño ambiental
14 de Diciembre, 2016 – El Jobo, La Cruz de Guanacaste, Costa Rica.
Tras una convocatoria urgente, el día lunes 12 de diciembre se reunieron representantes de la Cámara de Pescadores de Guanacaste, las asociaciones de pescadores y de desarrollo de Santa Elena y El Jobo-Soley, INCOPESCA, Guardacostas, Fuerza Pública, la Alcaldía de la Municipalidad de La Cruz y de las ONGs Centro de Rescate de Especies Marinas Amenazadas (CREMA) y Equipo Tora Carey, acompañado por más de 50 pescadores que se manifestaron enfrente de las instalaciones de INCOPESCA en Cuajiniquil.
Los manifestantes protestaron por la presencia desde hace más de dos meses de tres barcos camaroneros que arrastran sus redes indiscriminadamente en las aguas dentro de la Bahía Santa Elena, el Bajo Rojo, y en frente de Playa Rajada en aguas someras inferiores a 15 metros, lo que exacerba el impacto ambiental. Las aguas alrededor de Punta Descartes y la Península de Santa Elena abarcan importantes sitios de crianza para el pargo seda (Lutjanus peru), cuya pesquería sustenta la economía de los pescadores de la zona. En las comunidades costeras de Cuajiniquil, El Jobo y Puerto Soley, más del 90% de las familias dependen directamente de la pesca.
Tras la puesta en vigencia del decreto AJD-105-2013 sobre las tallas mínimas de especies comerciales, las actividades de los camaroneros en el Pacífico Norte de Guanacaste ponen en riesgo el sustento de los pescadores artesanales lo que les dificulta aún más poder alimentar a sus familias. Hace más de tres años, la Cámara de Pescadores de Guanacaste solicitó un acuerdo con INCOPESCA, en el cual se manifestó a favor del decreto AJD-105-2013, a cambio de retirar a los barcos camaroneros hasta 5 millas de la costa. Hace 8 meses, especificaron su solicitud para la “Zona Norte Norte”, comprendiendo las aguas entre el Parque Nacional Santa Rosa y la frontera con Nicaragua (Golfo de Cuajiniquil y Junquillal, Bahía Santa Elena, Punta Descartes y Bahía Salinas), en retirar los barcos a profundidades de más de 80 metros, considerando la fragilidad de los ecosistemas marino-costeros locales. A pesar de varias reiteraciones de su posición, no hubo respuesta alguna por parte del gobierno ante esta solicitud por parte de la cámara.
“No es posible que nos exigen mallas de 4.5 pulgadas para pescar el pargo, si permiten a los camaroneros usar mallas de 1.75 pulgadas para sacar absolutamente todo lo que tenemos”, reclamó el presidente de la cámara de Pescadores de Guanacaste Martín Contreras. “Exigimos una respuesta del gobierno y solicitamos el retiro de los camaroneros de inmediato”, expresó enérgicamente don Martín.
“Hace tiempo estamos trabajando con el Área de Conservación de Guanacaste en la creación de una área marino de manejo para aprovechar nuestros recursos de manera sostenible, y en sólo semanas, estos barcos lograron destruir los sitios más importantes que tratamos de proteger” añade Heriberto Morales, representante de la Asociación de pescadores Cuajiniquil.
La presencia de los camaroneros también es de gran preocupación de parte de los biólogos marinos. “Punta Descartes y Bahía Santa Elena abarcan uno de los sitios más importantes para el desarrollo y reproducción de la tortuga negra y carey del país y todo el Pacífico Oriental, siendo especies en peligro y peligro crítico de extinción”, explica la MSc. Maike Heidemeyer de la organización CREMA y Equipo Tora Carey, e investigadora de la red RITMA de la Universidad de Costa Rica. “La pesca de arrastre enfrente de las playas de anidamiento en plena época de reproducción de la tortuga negra (Chelonia mydas) genera daños atroces a las poblaciones,” dijo Heidemeyer con preocupación. “La pesca por arrastre no solo mata tortugas adultas reproductoras, destruye además los hábitats sobre los cuales dependen”.
“Tienen conciencia plena del daño que infligen, pero no les importa,” aseguró Isabel Naranjo, del Centro de Rescate de Especies Marinas Amenazadas CREMA. “Apoyan una ley de pesca de arrastre “sostenible” que impediría operar en la orilla, pero mientras la misma no sea aprobada, seguirán sus operaciones destructivas, es como una especie de chantaje”, denunció Naranjo.
El Golfo de Cuajiniquil, Bahía Santa Elena, Punta Descartes y Bahía Salinas pertenecen al Área de Conservación Guanacaste (ACG) y fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, siendo reconocido por su fragilidad ambiental. Aparte de las poblaciones de tortugas marinas, se ha identificado una rica biodiversidad marina en la zona, particularmente rayas, especies de gran importancia para los ecosistemas marinos y siendo una de las especies incidentales más frecuentes en la pesca de arrastre.
El grupo compuesto por pescadores y biólogos se reunirán el viernes 16 de diciembre con los ministros de la Presidencia, de Agricultura y Ganadería (MAG), el presidente ejecutivo de INCOPESCA y otros jerarcas en las oficinas centrales de INCOPESCA, con el fin de considerar la petición de retirar los camaroneros y encontrar una solución inmediata para la zona.
Los barcos camaroneros descargaron en el muelle público de Cuajiniquil, La Cruz, Guanacaste.
El grupo de pescadores, biólogos, y funcionarios del INCOPESCA,Fuerza Pública, Guardacostas y el alcalde de la Municipalidad de La Cruz.