Hoy se firma decreto que crea área marina de manejo

Cabo Blanco busca ser oportunidad de desarrollo para comunidades costeras

ACTUALIZADO EL 08 DE JUNIO DE 2017 A LAS 06:00 AM

Proceso de diseño contó con la participación de las comunidades

Se trabajará en la zonificación de las actividades de pesca y turism

Con la declaración del Área Marina de Manejo Cabo Blanco, el país llena un vacío de conservación. (CORTESÍA DE ASOCIACIÓN COSTA RICA POR SIEMPRE)

Con la firma del decreto, este jueves, Día de los Océanos, se materializa la creación del Área Marina de Manejo Cabo Blanco, la cual nace para proteger la biodiversidad de ese sitio y también como una oportunidad de desarrollo para las comunidades aledañas.

La nueva área marina consta de 82.093 hectáreas, incluyendo el área marina de la Reserva Natural Absoluta Cabo Blanco, y se ubica al sur de la península de Nicoya.

Cabo Blanco: riqueza de color azul. (FIORELLA MORA)

Esta es la segunda área marina de manejo que se declara en el país después de Montes Submarinos, cerca de Isla del Coco, en el 2011. Eso sí, esta es la primera que es costera.

Según un estudio realizado por los biólogos Gerardo Palacios y Javier Rodríguez, esta zona es rica en biodiversidad. Allí llegan los tiburones nodriza y las tortugas lora a reproducirse, las ballenas jorobadas y delfines manchados maravillan con sus saltos y basta sumergirse un poco para ver a las mantas desplazarse con elegancia por el fondo.

Esa riqueza de especies y ecosistemas puede ser aprovechada por el turismo y la pesca sostenible. De esta manera, el área busca consolidarse como un motor de desarrollo para las comunidades aledañas así como lo son el Parque Nacional Cahuita, el Parque Nacional Tortuguero y el Parque Nacional Marino Ballena.

«Espero que las comunidades vean esta área marina de manejo como una oportunidad. A fin de cuentas, la conservación debe hacerse con la gente», destacó Fernando Mora, viceministro de Aguas, Mares, Costas y Humedales.

Johanne Sancho, representante de la Asociación de Desarrollo de Cabuya, sí lo ve así. Hace cinco años, cuenta, él pescaba hasta 30 kilos de langosta en tres o cuatro horas de buceo; ahora captura solo cuatro kilogramos debido a la contaminación, la sobreexplotación del recurso, la pesca incidental (accidental) y el arrastre, así como la falta de controles.

Con el área marina de manejo, Sancho espera que eso cambie para bien. «Esto nos viene a dar un esfuerzo más directo en el mar para poder conservar el recurso por más tiempo y es por esto que es un asunto de seguridad alimentaria, pero en la parte turística es importantísimo también ya que la categoría de área marina de manejo le da gran valor agregado a la oferta turística», dijo el pescador.

Apostar al diálogo

A nivel mundial, a partir de la Meta 11 de Aichi, los países se comprometieron a conservar el 10% de las zonas marinas y costeras con importancia biológica. Actualmente, Costa Rica cuenta con apenas 2,64%.

Para definir esas áreas de importancia, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) -entidad a cargo del seguimiento a las Metas Aichi- realizó un análisis de vacíos de conservación llamado GRUAS II. Ese diagnóstico señalaba sitios que debían protegerse debido a la representatividad e integridad de la biodiversidad allí presentes. Uno de esos sitios era Cabo Blanco.

El Área de Conservación Tempisque (ACT), que forma parte del Sinac, realizó una propuesta. En el 2014, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) pidió que cualquier iniciativa de creación de áreas marinas protegidas debía contar con la participación de las comunidades.

En este sentido, se estableció una plataforma de diálogo que contó con la participación activa de las comunidades de Cabuya, Malpaís, Santa Teresa y Manzanillo, cuyos habitantes se dedican tanto a la pesca como al turismo. También se sumaron instituciones estatales y organizaciones no gubernamentales.

«La idea del área marina de manejo surge porque las comunidades estaban súper apuntadas y empezaron a participar en el concejo local», comentó Mora y agregó: «Lo que estaba pasando en Cabo Blanco era muy motivante».

Los pescadores artesanales esperan que la pesca mejore a partir del Área Marina de Manejo Cabo Blanco.(CORTESÍA DE ASOCIACIÓN COSTA RICA POR SIEMPRE)

A la propuesta elaborada por ACT, se le incluyeron las recomendaciones técnicas brindadas por el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) en cuanto a sitios de anidación y alimentación de tortugas marinas, formaciones coralinas, lugares de concentración de peces pargos y meros así como áreas de avistamiento de ballenas y delfines.

Las comunidades también aportaron sus recomendaciones de acuerdo con sus intereses de conservación y uso del espacio marino.

«El proceso de creación del área marina de manejo se dio a partir del diálogo y eso también hace que este sea un proceso novedoso», manifestó Fernando Soley, encargado marino de la Asociación Costa Rica por Siempre.

El resultado de ese proceso fue un área marina que terminó siendo dos veces más grande que la recomendación brindada por GRUAS II.

Posibilidades analizadas

El paso siguiente fue decidir, dentro de esa plataforma de diálogo, la categoría que mejor se ajustara a los intereses de los actores. Evaluaron dos posibilidades: área marina de manejo bajo tutela del Sinac y área de pesca responsable a cargo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).

Al final, se escogió el área marina de manejo por varias razones. La primera es que el patrullaje marítimo es realizado tanto por Sinac como por el Servicio Nacional de Guardacostas (SNG), en cambio en el área de pesca responsable solo lo haría el SNG.

«De hecho queremos ver si podemos conformar Comités de Vigilancia de los Recursos Naturales (Covirenas) -mecanismo que se reactivó el año pasado- para el tema marino y así las comunidades podrían incluso participar en los patrullajes», dijo Mora.

Para medir la efectividad del Área Marina de Manejo Cabo Blanco, se realizará un monitoreo de peces para medir la recuperación de las poblaciones. (CORTESÍA DE ASOCIACIÓN COSTA RICA POR SIEMPRE)

Otra de las razones fue que el área marina de manejo se crea a partir de un decreto, mientras que la categoría de Incopesca es a través de un acuerdo de junta directiva y «en cualquier momento si una de las partes lo decide pueden revertir la gestión», se lee en el documento técnico que fundamenta la creación del área.

También, la categoría tutelada por Sinac se enfoca en la conservación de los recursos marinos, el mantenimiento de los servicios ecosistémicos y el uso sostenible por parte de las comunidades.

«Las áreas marinas de manejo incluyen, aparte de la pesca, otras actividades como el turismo y la investigación, mientras que las áreas marinas de pesca responsable, como su nombre lo dice, se enfocan en la parte extractiva bajo parámetros de sostenibilidad», aclaró Mora.

Ordenamiento

Actualmente, se está trabajando en el reglamento de uso que regula las actividades permitidas en esta área marina de manejo, lo cual incluye una zonificación que consiste en determinar los lugares específicos donde esas actividades podrán realizarse tanto en la franja costera como en la parte marina.

De esta manera se establecerán polígonos para la pesca comercial, turística, deportiva, de orilla y buceo extractivo. También se definirán sitios donde las personas pueden practicar snorkel, buceo recreativo, surf, realizar paddle board o buggy board así como emplear kayaks.

Asimismo, esta zonificación incluirá los lugares donde los turistas pueden observar fauna marina como ballenas, delfines y tortugas.

Esa zonificación también regulará el tránsito de embarcaciones en sitios donde la fauna marina se alimenta, descansa o se reproduce, esto con el fin de disminuir el impacto del ruido de los motores y la interacción de los animales con las propelas, lo cual puede derivar en golpes o amputaciones.

Paralelo a este esfuerzo, se elaborará un plan de aprovechamiento del recurso marino para regular aspectos de extracción como tipo de artes de pesca y tamaños de anzuelos, entre otros.

Todas estas regulaciones estarán incluidas en el plan de manejo.

Sumado a ello, y para medir la efectividad del área marina de manejo, se realizará un monitoreo del recurso pesquero para contar con una línea base (de referencia). Posteriormente, año con año, se repetirá ese estudio para así medir si las poblaciones de peces han sido recuperándose, los cual constituye un indicador del impacto de la creación del área y eso podría guiar el manejo del área.

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http://www.nacion.com/vivir/ambiente/Cabo-Blanco-oportunidad-desarrollo-comunidades_0_1638436223.html